De camino al Reino

Hay memorias que aparecen de repente en la cabeza, evocaciones de cosas que no hemos visto, pero que el alma reconoce. Por eso en esta vida, resonamos con formas, colores, paisajes y sonidos que construyen un imaginario en el que cada ser, se re-conecta, se reconforta y se redefine en el viaje particular que recorre durante esta vida.

Yo viajo, lo hago mucho en mi mente y por lo general llego a paisajes en el que los pinos crecen libremente, el piso se cubre de musgo húmedo y cuando miro al cielo, siempre veo el resplandor de un rayo ámbar y tibio. Podría describirlo como un bosque sideral, no se muy bien, si la combinación de palabras tiene la lógica necesaria para creer que es un bosque real; Y por eso ese lugar, tiene toques de cosas que consideramos fantásticas. Porque a lo lejos, puedo ver montañas de hielo, habitadas por seres de pieles blancas que no envejecen y criaturas de ensueño.

En mi bosque también hay un camino de silencio que huele a lavanda, eucalipto, jazmín y pino, en donde se ven ciervos, conejos, pájaros, flores silvestres y ardillas.

Este camino, conduce a un reino perdido en el tiempo, en donde la magia les pertenece a todos y las mujeres se visten con faldas amplias y largas, botas de cuero y cinturones que dibujan sus siluetas.

Y así, imaginando y recordando lo que mi alma de alguna manera conoce, busco en esta vida las historias que me conectan con esas memorias. Porque siento que una de mis misiones es recordar para compartir esas visiones de lo que, estoy segura, fue el mundo alguna vez.

Por eso, arranco este cuento con el que le doy la bienvenida al vestuario, evocando la leyenda de Avalon; Una legendaria isla de la mitología Celta, donde según la leyenda, siempre había árboles con manzanas frescas y habitaban 9 reinas, entre ellas MorgaNa.

Mucho se dice sobre la ubicación real de este reino, algunos dicen que se ubica en ¨Islas británicas¨, aunque algunos estudios lo ubican en Glastonbury, lugar en donde se encontró un ataúd con una inscripción que decía ¨Aquí yace sepultado el Rey Arturo, en la isla de Avalon¨.

Lo cierto de esto es que posiblemente encontraremos recuerdos que nos conectan desde nuestra realidad a este reino, que como otros (Lemuria, Shambala, Telos, Agartha) están situados en el silencioso, prístino y etérico mundo de lo inmaterial.

Para acceder a ellos, solo hay un camino que se recorre con la inocente mirada del corazón de un niño. Y esta es la razón por la cual, dichos reinos de elfos, castillos, magos y hechiceras, son el contexto de los cuentos de hadas en los cuales, lo que llamamos fantasía, no es otra cosa distinta que el recuerdo de nuestro origen.

En todo lo hago, hay un impulso poderoso que me invita a recordar, y por eso siempre hablo de la memoria infantil; Porque estoy convencida de que es allí donde se hospedan los recuerdos más puros, los dones, los sueños del alma y la cura de miles de tristezas. En nuestra niñez revelamos quienes somos, sin los prejuicios que bloquean nuestro caminar en la adultez.

La inocencia es la llave para abrir la puerta de Avalon (y otros reinos) y yo viajo a ellos, a través de la nostalgia buscando esa inocencia que me ayude a recordar quien soy.

El ADN es una especie de libro que contiene nuestra información. Es el resultado de un viaje celular de miles años, que calca perfectamente las los traumas, las batallas y la evolución a través de todos nuestros antepasados hasta llegar a nosotros para contar la historia de lo que somos.

Para subir nuestra vibración y acceder a los que llamamos ¨fantástico¨, primero hay que viajar a la infancia, sanar en el pasado, lo que queremos transformar en el futuro y el de nuestro linaje. De ahí, la importancia de volver a la inocencia y recobrar la mirada de un niño que es la única capaz de creer en ¨lo imposible¨

Pueden pensar que estoy algo loca, y eso me halaga, por que creo que la locura es un ingrediente necesario para emprender ese tipo de viajes, sin una ruta muy clara, pero con el deseo efervescente de ver cómo la magia se manifiesta de maneras que te hacen poner los pelos de punta y cortar tu respiración!

Hay quienes dicen que estoy un poco perdida en el bosque, tal vez si. Vivo extasiada con su belleza, mi alma encuentra plenitud y florece allí. Pero el camino que hay en mi bosque, como les dije al principio, conduce a un reino. Puedo sentir que estoy caminando en la dirección correcta, y mientras avanzo a ese lugar que me espera, voy dejando señales en los árboles para poder regresar siempre que quiera, a mi maravilloso bosque.

TodouncueNto es la manera que encontré para juntar las piezas de un rompecabezas que tiene un mapa, es un lenguaje con el que buscó rescatar mis memorias y compartirlas con quienes se dejen seducir por ellas.

En Avalon encontré historias que hablan de un poderoso femenino, mujeres que integraron su poder , su magia y su erotismo para convertirse en sabias y cambiar la historia del femenino. Por eso es el pretexto perfecto para invitarlos a navegar conmigo en este barco rumbo a la mítica isla del Rey Arturo!